El viernes 31 de mayo, la Iglesia celebra la fiesta de la Visitación: María fue al encuentro de su prima Isabel, que estaba embarazada. Entonces, Juan Bautista saltó de la alegría en el vientre de su madre tras notar la presencia del Mesías. Fue durante esta visita cuando María pronunció la oración del Magnificat, fruto de su exultación: «Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Pues se ha dignado mirar a su humilde sierva».
Lourdes, lugar de encuentro
El episodio bíblico de la visitación es un momento sustancial en la vida de dos mujeres, María y su prima Isabel, el cual nos enseña la importancia de los encuentros. El primer «encuentro» entre Jesús y Juan Bautista, quien reconoció a su Salvador desde el vientre de su madre, lo que le hizo saltar de alegría, nos recuerda los encuentros que vivimos en Lourdes.
En Lourdes, el cielo tocó la tierra cuando María, madre de Jesús, se encontró con Bernardita Soubirous. Los peregrinos, al igual que San Juan Bautista, saltan de alegría cuando encuentran al Señor a través de María y de nuestros hermanos enfermos, tan numerosos en Lourdes.
Programa típico para ser «Peregrino por un día»
Por la mañana:
* Película oficial del Santuario en el Centro de Información
* Camino del Jubileo a las 9:30 h, por su cuenta
* Misa (ver los horarios en el Centro de Información)
Por la tarde:
14:00 h: Los pasos de Bernardita
15:30 h: Rosario en la Gruta
17:00 h: Procesión eucarística y bendición de personas enfermas.
21:00 h: Procesión mariana de las antorchas

Lourdes honra a la Virgen María
Durante el mes de mayo, Lourdes honra a la Virgen María ofreciendo una flor blanca a Nuestra Señora. A lo largo de todo el mes de mayo, los voluntarios del Santuario se encargan de entregar las flores blancas a la Virgen coronada en nombre de todos los peregrinos. Estas flores completan el ramo ofrecido por las oraciones de todos aquellos que cada día rezan los diferentes rosarios en la Gruta.
El sábado 31 de mayo, fiesta de la Visitación, será el último día en el que los peregrinos podrán ofrecer una flor blanca a Nuestra Señora de Lourdes.
MAGNIFICAT
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador,
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí.
Su nombre es Santo y su misericordia
llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón.
Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes.
A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza
según lo había prometido a nuestros padres en favor
de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en principio ahora y siempre
por los siglos de los siglos.
Amen.
